POETAS DEL OLIMPO

POETAS DEL OLIMPO

martes, 13 de mayo de 2014

FESTIVAL POETAS DEL OLIMPO PARTE I




OLVÍDAME MUCHACHA
Pío Domingo Rosales Sena
México
(Primer poema)

Estoy con mi guitarra
diciendo lo que siento.
Muchacha de ojos tiernos,
mi verso está inspirado
en el misterio de tu amor.

En tus labios rojos
el beso ya aletea
como en el nido el ave
que acaba de nacer.

Y tu seno ebúrneo
su forma redondea
diciendo a quien lo vea
que se va la niña
y nace la mujer.

Muchacha de ojos tiernos
me encontraste a tiempo
en tu camino, te dice el corazón,
y sería un malvado libertino
si me aprovecho virgen pura
de la inocencia de tu amor.

Tus húmedas pupilas
me dicen ¡Yo te amo!
y aunque pueda amarte
de ti me alejaré…
No quiero con mi boca
cerrar tus bellos ojos,
destrozarte la ilusión.

Muchacha de ojos tiernos,
contemplo tus cabellos
y tu rostro en mi pecho
se posa como ayer,
… Y una lucha interna
se realiza en mi ser;
el río de mi sangre
me dice: “Me seco
si no la haces tu mujer”.

 No quiero en mi profano
vaso verter tu juventud,
y con el vino de mis labios
Columba apasionada,
no quiero mancharte la virtud…

Olvídame muchacha,
no llores por favor,
podría arrepentirme
con sentimiento insano,
y entonces, medio loco
entregarte mi amor.


OLVÍDAME MUCHACHA
Pío Domingo Rosales Sena
México
(Segundo poema, Variación)


Hoy con mi guitarra
te digo lo que siento.
Muchacha de ojos tiernos
mi verso hoy se inspira
en tu fulgente amor.

En tus labios rojos
el beso ya aletea
cual ave en el nido
que acaba de nacer.

Y tu seno ebúrneo
su forma ha redondeado
diciendo que ha cambiado…
Que aquella bella niña
ya es toda una mujer.

Muchacha de ojos tiernos,
a tiempo me encontraste
pues voy por tu camino,
me lo dice la razón.


Sería un tarantino
si a una virgen pura
no le diera mi argentado amor.
Tus húmedas pupilas
me dicen: ¡Yo te amo!
También yo puedo amarte…
¡Por Dios que te amaré!
Con un ósculo sublime, abrir
tus ojos quiero,
tentando tu pasión.

Muchacha de ojos tiernos,
mis dedos en tus cabellos,
y tu rostro en mi pecho
se posa como ayer
y aquella lucha interna
que alteraba mi ser
y el entender,
vuelve,
y el río de mi sangre
dice: “Te secas
si no la haces mujer”.

Y con aquel profano vaso
de mi recta juventud,
ya te puedo invitar
muchacha…
Bebe de mi vino dulce,
de mis labios rojos;
escanciemos la virtud.

Quiéreme muchacha,
no llores por favor,
que con un dogal
por himeneo tejido,
vengo a redimirme
y a entregarte mi amor.




ESTO ES BELLEZA
Pío Domingo Rosales Sena
México

Príapo en tu mano
se aviva como un pájaro.
Entre tus dedos
crece duro y se hincha
obligando a tus dedos
a abrirse por su rígida fuerza.
Eres bella, Afrodita,
eres divinamente bella.
Con amorosas manos te palpo
te acaricio y te adoro.
El matorral ardiente
protege a Astarte
que se abre impaciente --.


Príapo se eleva y palpita
y es toda una revelación.
Astarte se transforma
en enorme boca
entre tus piernas.
En una interminable veneración,
posiciones y placeres
cambian el temperamento del aire…
Dos amantes eternos,
reencontradas sus almas
después de  años,
¡Hacen el amor!
¡Chupan! ¡Cogen!
¡Maman sus jugos!
¡Besan sus almas!
¡Alcanzan el Olimpo!


Príapo penetrante instrumento de amor
saborea todos los poros de tu piel.
Astarte en mi lengua se dilata
hasta el grito que reboza: ¡Ahííí!.

Príapo se mueve
y luego se zambulle…
Astarte lo abraza
y lo baña dentro de si…


Príapo es un volcán
que hace erupción
clavado en Astarte…


Todo confluye
y grito: ¡Sí! ¡Síí! ¡Sííí!
¡Esto es: Eso!
¡Esto es Belleza!
¡Hasta las venas destilan el esperma!
¡Dios mío, es una veneración esta cogida!
¡Como en los tiempos de los dioses Olímpicos!





MAR SENSUAL
Pío Domingo Rosales Sena
México

Besaba tu espacio
con besos de luna sombreada.
Me amabas con toques de libélula
y tramontabas entre halagos terrenales.

Un barco fino y ágil
zarpaba para el rito atávico…
Un mar azul y cristalino
buscaba con sus olas al barco.
Su encuentro marcó solemne
un ritmo, ¡Danza onírica!.

Moldeaba con besos y manos
los declives taumaturgos
de tus altos pechos suaves…
En tus playas longilìneas
llego reconociendo tus arenas
mi mástil quebrado
por las ondulaciones del mar.

Sucedió como un viento huracanado
acoplándose con ímpetu
en la oriflama del Egeo.
Donde las crestas voluptuosas
lumínicas sinuosidades, húmedas,
dejaron dos cuerpos esculpidos en sal.

Desmayados ambos
en un ósculo sensual
en el mar de la eternidad.
Aquella noche
fuimos imán, acero y fuego,
reclamo, rumor y crepúsculo,
espasmo, vértigo, beso y fruto,
raíz primaria de este mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario